¿POR QUÉ CAPACITARNOS EN LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN?

Por:

Lic. Jessica Alarcón Tambo

Maestría: Docencia Universitaria. UCV.         Aula: 504

Aceptemos que estamos en un mundo globalizado, cambiante y que la reciente introducción de las nuevas tecnologías de la información en la mayor parte de nuestras sociedades ha modificado considerablemente todos los sistemas de producción, comunicación, gestión y aprendizaje. 

A pesar de que las tecnologías de las computadoras y de la información han reducido el número de empleos en el mundo, las calificaciones requeridas para cada vez más empleos, exigen incluso en los países en desarrollo, el conocimiento y dominio de dichas tecnologías. Aquellos desprovistos de este conocimiento y de este dominio son los primeros perjudicados por el desempleo y las futuras víctimas de las situaciones de exclusión, inclusive los políticos deben de considerar la utilización de las nuevas tecnologías de la información por los niños y los jóvenes de ambos sexos en el transcurso de sus estudios y en los centros escolares, ya que será un punto de referencia importante de sus políticas educativas.

Las nuevas tecnologías de la información, si se utilizan de manera extensa y eficaz, pueden ayudar a desarrollar métodos de aprendizaje y enseñanza, tales como la educación a distancia. Este desarrollo podría ser importante particularmente en la formación docente y en la necesidad de dar un apoyo continuo de gran calidad para mejorar las competencias técnicas y pedagógicas de los docentes; estas tecnologías de la información abren nuevos caminos para que los individuos aprendan de modo independiente, en el tiempo y el espacio, con relación a las instituciones educativas.

Muchas instituciones, congresos, entidades acreditadas, han estudiado y analizado estas nuevas tecnologías de la información a la que están expuestos desde los más pequeños y reconocen las ventajas de estar al día en estos nuevos conceptos. Muchas investigaciones realizadas a partir de este punto, concuerdan que:

·         La introducción de las nuevas tecnologías de la información en la organización de nuestras sociedades puede facilitar la vida profesional y social de todos, romper el aislamiento, facilitar los intercambios personales, y reducir la carga de trabajo.

·         Los rápidos y profundos cambios debidos a las nuevas tecnologías de la información pueden suscitar sentimientos de inseguridad, escepticismo o incluso actitudes de rechazo en aquéllos y aquéllas que no los dominan, incluso entre el personal docente.

·         Un número limitado de países industrializados se han realizado esfuerzos para dotar a los centros escolares de computadoras con acceso a Internet, pero que los centros de los países en vías de desarrollo encuentran evidentemente mayores dificultades para dotarse de este tipo de materiales y, de esta manera, la desigualdad de acceso a las nuevas tecnologías no hará más que acrecentar las diferencias ya existentes entre los medios asignados a los sistemas educativos públicos de los países industrializados y los destinados a los países en vías de desarrollo, así como dentro de los países.

      En el  Perú, por ejemplo, existen muchos lugares aislados que ni siquiera cuentan con electricidad y menos conocen una computadora, esos alumnos estarás en desventaja con los que si acceden a estas nuevas tecnologías de información, las entidades deberían poner más énfasis en este gran sector de nuestro país.

·         Debemos recordar que la educación es más que un acto de transmisión de simples conocimientos, incluso mediante las nuevas tecnologías de la información, y que la verdadera educación implica relacionar los conocimientos, actitudes y valores, para lo cual es necesaria la presencia de docentes debidamente calificados.

Por otro lado debemos de considerar que las escuelas o las universidades virtuales deberían tener licencia y ser controladas desde el punto de vista cualitativo dentro del marco público reglamentario; el desarrollo de una enseñanza privada, selectiva y orientada a formaciones específicas en relación con los intereses de los inversionistas no es una garantía educativa aceptable, y un servicio renovado de enseñanza pública, gratuito y abierto a todos, es sin duda alguna la mejor manera para hacer frente a estos nuevos tipos de establecimientos escolares.